Por descansados que parezcan
estos brazos movedizos
no lo están: acarician en la quietud.
Observarás que el silencio cae
cuando pase a romperse
el eje de la flor humillada.
E irán a más los ardores
que sostuvieron gotas de humo
desertificando la piel.
Si te preguntas;
no prepararé concilio
ni espantaré el miedo al olvido,
correré rotando entre una peonza
y proyectará mis sueños:
que,
por descansados que parezcan,
bastarán para que halle
la perplejidad danzante.
estos brazos movedizos
no lo están: acarician en la quietud.
Observarás que el silencio cae
cuando pase a romperse
el eje de la flor humillada.
E irán a más los ardores
que sostuvieron gotas de humo
desertificando la piel.
Si te preguntas;
no prepararé concilio
ni espantaré el miedo al olvido,
correré rotando entre una peonza
y proyectará mis sueños:
que,
por descansados que parezcan,
bastarán para que halle
la perplejidad danzante.